
Hoy en día cuando alguno de nosotros/as oímos la palabra “ansiedad“, tendemos a asociarla con algo negativo, con un trastorno o con un malestar emocional que no debería estar ocurriendo.
¿Pero en todos los casos en los que sentimos ansiedad es negativa? ¿Es un indicio de que algo no está “funcionando” correctamente?
Aunque no lo creas, la ansiedad no es ni buena ni mala, tampoco es una patología de salud mental como normalmente se cree, sino todo lo contrario, es una emoción (al igual que la tristeza, alegría o enojo). Es una reacción que todos experimentamos. Cuando hay un peligro o una amenaza, nuestro cuerpo se prepara para dar respuesta. Esta respuesta es fruto de la ansiedad por lo que podríamos decir que, en ocasiones, es un mecanismo de protección. Por ejemplo si estoy en mi casa y empiezo a sentir olor a humo, mi ansiedad va a activar mi cuerpo, preparándome para huir de la situación.
La respuesta de ansiedad se expresa a nivel:
o Fisiológico: se manifiesta mediante las sensaciones internas que podemos notar cuando nos ponemos nerviosos/as (temblor, mareo, taquicardia, sudor, etc.)
o Cognitivo: son los pensamientos, creencias, imágenes, con contenido de peligro.
o Conductual: tendencia a huir, escapar, evitar.
Evolutivamente le ha servido al ser humano para sobrevivir, preparándolo para la huida o la lucha. Su finalidad es adaptativa, generando protección frente a posibles peligros. Podríamos imaginarla como un sistema de alarma que nos protege.
Sin embargo, a veces nos activamos o preparamos para dar respuesta sin que exista una amenaza o nos activamos mucho más de lo que corresponde. En estos casos estaríamos hablando de una ansiedad patológica, porque no es funcional. Al activarnos sin motivo o al activarnos en exceso nos generamos angustia y otro tipo de reacciones desfavorables e inoportunas.
Si bien es difícil delimitar con precisión la ansiedad adaptativa de la ansiedad patológica, existen 4 aspectos diferenciadores que ayudan a distinguir una de otra:
ANSIEDAD NORMAL | ANSIEDAD PATOLÓGICA | |
CARACTERÍSTICAS GENERALES | Episodios poco frecuentes. Intensidad leve o media Duración limitada | Episodios repetidos Intensidad alta. Duración prolongada |
SITUACIÓN O ESTÍMULO CAUSANTE | Reacción esperable y común a las de otras personas | Reacción desproporcionada |
GRADO DE SUFRIMIENTO | Limitado y transitorio | Alto y duradero |
GRADO DE INTERFERENCIA EN LA VIDA COTIDIANA | Ausente o ligero | Profundo |
Otra característica propia de la ansiedad patológica es su componente anticipatorio, esto supone que no es necesaria la presencia de aquello que nos genera ansiedad para experimentarla, con solo pensarlo o la posibilidad de su ocurrencia, hace que se disparen todos los procesos que conlleva este mecanismo.
Por lo tanto la ansiedad no es patológica en si misma, sino que depende del contexto en el que se desarrolle y de su intensidad.
Si tenes dudas al respecto o crees que estas padeciendo de ansiedad patológica, te sugiero pedir ayuda profesional.
En el siguiente enlace podes completar el formulario para estar en mi lista de espera o caso contrario, si tu situación es urgente, otro profesional de la red de derivaciones se comunicara con vos y así tendrás atención pronto.
Lic. Gimena Ortiz (M.P. 55121)